Jubal G. Baca  

 (Compositor Argentino) - Tucumano

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Preguntas            Frecuentes

Parque Guillermina - Tucumán - Rep. Argentina

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     A fines del mes de Septiembre del 2006, regresé a la ciudad de Tucumán. Venía de realizar una nota en Jujuy de la tradicional "Fiesta Nacional de los Estudiantes", coincidiendo con la llegada de la Primavera. Realmente quería completar la nota prometida a Jubal, así que decidí hacer escala en San Miguel de Tucumán. Me reuní con el músico tucumano, en su casa, como ya es costumbre y nos instalamos en su estudio.

JB-- Parece que es costumbre que no dejemos pasar mucho tiempo para reunirnos...

JB-- Entonces es un sentimiento mutuo...

JB-- Comencé a trabajar como ayudante de matemática en la Facultar de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Al terminar mi carrera, entré a trabajar en al Instituto de Física como encargado del Laboratorio de Física del 3er año. A la vez  realizaba trabajos de investigación sobre Ionosfera, también dentro del Instituto de Física. Esto lo hice durante varios años, pero en 1972, entré a trabajar en Agua y Energía, con el compromiso de crear un Centro de Ingeniería Computacional, que se encargara de realizar los numerosos trabajos de cálculos que se necesitaban.

JB-- La fui abandonando poco a poco. Por supuesto, quedé realizando los trabajos por computadora para el Instituto de Física, durante un buen tiempo, pero eso también llegó a su fin, quedándome solamente con Agua y Energía Eléctrica (AyE) y la enseñanza en la Universidad Tecnológica Nacional, la que también terminé dejando.

JB-- Si... el trabajo siempre fue mucho y muy interesante. No había nada hecho, me refiero a cálculos técnicos sistematizados por computadoras y todo lo tuvimos que hacer desde cero. Fue una experiencia enriquecedora...

JB-- Si y no tan sólo realizábamos trabajos para Tucumán, sino para otras provincias. Lo más bonito eran los cálculos de los diques , canales, caminos y de las torres eléctricas.

JB-- Así fue... el saber bien matemática y estadística me permitió crear modelos de cálculos que ayudaron mucho en el momento de realizar la programación de las máquinas.

JB-- No. En 1982 volví a enseñar en el Instituto Terciario Nicolás Avellaneda, las asignaturas Álgebra y Estadística, pero en 1992 renuncié, ya que el desmembramiento de AyE era inminente, y no podía comprometerme con horarios de clase que posiblemente no podría cumplir...

JB-- No. en 1993, por pedido de un amigo, que estaba empeñado en formar una escuela con salida laboral en el Sindicato de los Empleados del Comercio, accedí a dictar clases de computación...

JB-- Si, y espero poder llegar hasta Agosto del 2007, fecha en que me jubilaré... Pero al desmembrarse AyE, mi contrato lo compró una empresa, donde actualmente estoy trabajando en la parte de computación.

JB-- Si, fui enviado por AyE y la empresa alemana Lahmayer en la cual trabajaba de 14 hs. a 21 hs. (pero sin remuneración alguna) Era un convenio que hicieron Argentina y Alemania. Con ellos trabajé, en la parte de computación, hasta 1986, fecha en que dejaron el país.

JB-- En apoyarlos en la parte desarrollo de un nuevo sistema de computación, y en todo lo relacionado con la programación de computadoras. Realicé para ellos varios trabajos que fueron llevados al extranjero.

JB-- Por favor, no lo repita que en una de esas lo termino creyendo (y ríe). Con ellos aprendí muchísimo sobre el tema y eso es bueno porque tarde o temprano le hace ganar a uno confianza en lo que hace.

JB-- Así es, pero no pude desempeñarme como tal, ya que AyE se desintegró al poco tiempo de nuestra designación.(y me explica que también tres profesionales de otras disciplinas fueron nombrados en esa oportunidad)

JB-- Nunca la abandoné. Trabajaba los fines de semana por las tardes. Claro que el día sábado, llueva, haga calor o frío, con mis dos hijos varones y nueve chiquillos más, íbamos a jugar a la pelota al club San Martín, al Parque Guillermina o al Parque 9 de Julio.

JB-- En un coche Ford, de los grandes que entonces teníamos. Íbamos tan apretados que no entraba un alfiler, pero le confieso que esos fueron uno de los tantos momentos felices que vivimos juntos.

JB-- Salíamos todos los años, una vez a la costa y otra vez a la montaña. Solíamos ir mis suegros, nosotros cinco, Yoryi (nuestra perrita), la tortuga y  Pichocho (el hamster).

JB-- Si... y esos también fueron momentos muy felices...

JB-- Espero poder jubilarme, para dedicarme por completo a la composición y orquestación musical... pero claro, espero también que Dios no disponga otra cosa...

JB-- Todo compositor, aunque ama a todas sus composiciones, siempre tiene preferencias, y le aseguro que muchas veces la parte afectiva que ellas representan (me refiero a los recuerdos ligados a ellas) hacen que no se pueda tener un equilibrio emocional a la hora de mostrar nuestro trabajo. Algunas sonoramente nos resultan poco atractivas, pero pueden ser las que más nos gustan.

JB-- Ud. como no está ligado emocionalmente a ninguna de mis obras, y además le gusta la música, pienso que es el candidato ideal para realizar la elección.

JB-- ...pero supongo, totalmente imparciales, entonces su elección se regirá por los sonidos que lleguen a Ud. y los movimientos espirituales que ellos produzcan y no por los recuerdos que  puedan hacer cobrar vida en Ud., como resulta en mi caso....

Ya en el avión, mientras volaba hacia Buenos Aires, otra vez me invadió una sensación muy especial de nostalgia... ¡Evidentemente en el estudio de Jubal se respiraba paz!...

Entrevista realizada el 30 de Septiembre de 2006, por el periodista independiente Gregorio Sussini.